Top 10: Los aviones estadounidenses más bonitos

Los resultados fueron un abanico de bellas máquinas, con un par de grandes sorpresas. ¿Está de acuerdo con la elección? Cualquier lista de este tipo es extremadamente subjetiva por naturaleza y hemos tenido que hacer algunas omisiones dolorosas para reducirla a sólo diez (entre ellas, los magníficos F-106, P-38 y B-1B). Díganos en los comentarios qué otros aviones merecen una mención.

Aunque el Northrop YF-23 perdió frente al Lockheed Martin YF-22 Raptor para convertirse en el principal caza de Estados Unidos, muchos creen que no sólo era más capaz, sino también más atractivo. Es difícil negar que su combinación de curvas seductoras y rasgos poco ortodoxos no era una delicia para la vista.

La experiencia anterior de Northrop con el bombardero sigiloso B-2 Spirit había demostrado que unas curvas suaves y una forma general plana pueden proporcionar una solución limpia a las necesidades tanto de aerodinámica como de sigilo de radar. El diseño rival de Lockheed utilizaba una solución más angular, con secciones planas repetidas, para reducir la firma del radar del avión.

Las enormes colas en V del F-23 son poco convencionales, al igual que las sencillas entradas de aire bajo el ala para los motores. La combinación de lo poco ortodoxo y lo elegante confiere al YF-23 un aspecto siniestro que no se parece a nada. Al igual que el SR-71, el YF-23 tiene un exótico aspecto futurista que muchos observadores consideraron sumamente excitante.

El YF-23 perdió frente al F-22 por varias razones, entre ellas el hecho de que el YF-23 habría sido probablemente (incluso) más caro que el F-22. El diseño del YF-23 parecía haber sido más optimizado para el sigilo radar y, para lograrlo, el diseño del ala se había visto comprometido. El diseño del YF-23 parecía haber sido más optimizado para el sigilo por radar y, para lograrlo, se había comprometido el diseño del ala; el resultado era un diseño de ala menos eficiente.

De aspecto anguloso y claramente espacial, el Valkyrie era también enorme: con 56 metros de largo, sólo era 5,2 metros más corto que el Concorde. Y quizás sea el avión más impresionante jamás volado. Con una velocidad máxima tres veces superior a la del sonido y un peso máximo total superior a 227.000 kg, el bombardero norteamericano XB-70 era una máquina extraordinaria.

Respondía a una exigencia de 1954 para sustituir al bombardero B-52, que requería un avión de alcance estratégico que pudiera atacar a la Unión Soviética con armas nucleares. Poco a poco, la exigencia fue creciendo en ambición, pidiendo una velocidad máxima cada vez mayor.

La potencia del avión procedía de nada menos que seis turborreactores General Electric YJ93-GE-3. Cada motor podía generar 124.550 Nm de empuje con postcombustión. Cada motor podía generar 124.550 Nm de empuje con postcombustión, totalizando la asombrosa cifra de 747.300 Nm de empuje. Para ponerlo en perspectiva, es más de 10 veces más potencia que el veloz F-104 Starfighter.

Además de las espectaculares tomas de aire y los tubos de escape, la clave de la buena apariencia del XB-70 era su enorme ala en delta con secciones exteriores móviles y los grandes planos delanteros canard. Podría decirse que ningún otro avión ha combinado jamás una estética que aúne potencia agresiva con elegancia, y enormes proporciones, hasta tal punto como el Valkyrie. Se construyeron dos, y el proyecto XB-70 se canceló en 1961.

El avión de respiración aérea más rápido de la historia es también uno de los más atractivos, aunque quizás de un modo extremadamente siniestro. El SR-71 fue construido para el reconocimiento estratégico, demostrando ser inmune a la interceptación gracias a su excepcional capacidad para volar a velocidades y alturas extremas.

El Blackbird tiene crestas en el fuselaje que pasan de ser curvas a tener un borde de ataque plano. Esto mejora la sustentación a velocidad supersónica, contribuye al sigilo y facilita el control a baja velocidad. También confiere al SR-71 su distintivo aspecto de serpiente.

Según el piloto BC Thomas, "el avión fue uno de los primeros en emplear tecnología furtiva, lo que garantizaba que el avión fuera casi invisible a los radares. Su velocidad y altitud también ocultaban su presencia. En esta época de escasa cobertura de satélites de reconocimiento sobre objetivos enemigos potenciales, el SR-71 podía acercarse sigilosamente, recoger información vital y abandonar la zona sin previo aviso y, a menudo, sin ser advertido".

Con una velocidad máxima de más de Mach 3,5 y la capacidad de alcanzar altitudes de casi 26 km sobre la Tierra, el Blackbird era una máquina asombrosa en una liga propia. Incluso hoy, sesenta años después de su primer vuelo, ningún avión es más rápido que el SR-71.

Mientras que muchos de los aviones de esta lista tienen aspecto depredador o amenazador, el valiente ST habla de inocencia y aventura. Voló por primera vez en junio de 1934 y pronto demostró ser un avión deportivo muy popular. El nombre ST significa "Sport Trainer" (entrenador deportivo).

Incluso en una época en la que abundaban los aviones bonitos, el ST era una máquina de una belleza superlativa. En 1934, la era de los biplanos aún no había terminado, y muchas de las características de diseño de esta época se estaban trasladando a la siguiente era de los monoplanos.

Antes de que se popularizara el tren de aterrizaje retráctil, muchos diseñadores de aviones optaron por los spats, especialmente en los años 1920-30. Los carenados alrededor del tren de aterrizaje principal no sólo reducen la resistencia, sino que son excepcionalmente elegantes. Otra característica elegante de la época es el ala reforzada. El hidroavión ST-3 podía despegar del agua gracias a dos flotadores muy elegantes.

Se fabricaron un total de 1568 ST, y el avión operó en muchos lugares del mundo. Como entrenador militar, sirvió en las fuerzas aéreas de América, Asia y África. El US Army Air Corps (más tarde USAAF) fue con diferencia el mayor operador, empleando 1224 aviones desde 1939 hasta 1946.

Con sus sensuales curvas, el más bien oscuro McDonnell XP-67 merece sin duda un lugar en este artículo. El XP-67 era un prototipo de interceptor de alta velocidad, largo alcance y gran altitud destinado a las Fuerzas Aéreas del Ejército de Estados Unidos.

En 1940, Estados Unidos solicitó diseños para un interceptor de alta velocidad, largo alcance y gran altitud que destruyera los bombarderos enemigos. El pliego de condiciones era muy atrevido y animaba a los fabricantes a producir aviones radicales que superasen a cualquier caza existente en el mundo en aquel momento.

El Moonbat fue uno de los tres diseños claramente extraños que se presentaron para satisfacer esta demanda. La inusual forma del Moonbat deriva del concepto de ala mixta, en la que el fuselaje se funde a la perfección con el ala.

El resultado de esta mezcla de alas fue un avión de aspecto liso y elegante. El XP-67 fue cancelado, ya que apareció justo cuando la era de los reactores dominaba los futuros conceptos de caza, y se consideró arriesgado. Aunque no tuvo éxito, el atractivo XP-67 fue el primer diseño de avión de la empresa McDonnell, que más tarde crearía diseños tan famosos y exitosos como el F-4 Phantom II.

Tras su excelente P-51, North American Aviation volvió a marcar un tanto con el F-86, posiblemente el mejor caza de su generación. Al igual que el Mustang, su diseño equilibrado y depurado lo convertía en un avión muy bello. Además, al igual que el Mustang, solía ir sin pintar, compartiendo el brillo del aluminio reluciente.

Al igual que el Mustang, el Sabre fue obra del brillante diseñador de origen alemán Edgar Schmüd (1899-1985). En particular, el F-86 utilizó la entonces nueva tecnología de los reactores y un ala de barrido, combinándola con la innovación del radar de alcance para sus cañones. El resultado fue un caza rápido y ágil que demostró su valía una y otra vez en Corea contra el similar MiG-15 soviético.

Se fabricaron más de 9800 F-86 Sabre norteamericanos que sirvieron en 31 fuerzas aéreas de América, África, Asia, Europa y Australia. El 18 de mayo de 1953, Jacqueline Cochran se convirtió en la primera mujer piloto en romper la barrera del sonido, pilotando un F-86 Sabre Mk 3 de fabricación canadiense.

La clave del buen aspecto del Sabre eran sus líneas depuradas combinadas con la brutal simplicidad de su toma de aire. Una vez más, la combinación de aluminio pulido y una forma elegante de baja resistencia creó un avión de belleza incuestionable. Y era mucho más que una cara bonita, al famoso piloto de pruebas Eric "Winkle" Brown le encantaba el Sabre, describiéndolo como un "Spitfire a reacción".

Pocos aviones han sido tan glamurosos como el Grumman F-14 Tomcat en la película de 1986 Top Gun. Ya antes de la película, el avión contaba con un público entregado que apreciaba su impresionante tamaño y su musculoso aspecto, a menudo realzado por los coloridos distintivos de la unidad, pero después de la película se convirtió en una superestrella por derecho propio.

Las agresivas tomas de aire montadas en los hombros, la doble cola vertical y la geometría variable (o ala oscilante) se combinan en unas proporciones generalmente descomunales que confieren al F-14 Tomcat un aspecto tan formidable como el propio avión.

Otra característica distintiva del F-14 Tomcat es el amplio "valle" entre los motores, que proporciona espacio para los voluminosos misiles aire-aire, especialmente el AIM-54 Phoenix, extremadamente grande y de largo alcance. Otro rasgo distintivo son las grandes entradas de aire rectangulares que alimentan los motores a reacción y que cuentan con piezas móviles para ralentizar el aire lo suficiente como para que el motor pueda procesarlo eficazmente.

Retirado por Estados Unidos en 2006, el F-14 sigue en servicio en Irán.

El elegante Republic XF-12 Rainbow es un firme candidato al título del avión con motor de pistón más impresionante jamás volado. El XF-12, que voló por primera vez en 1946, fue descrito como "un avión a cuatro patas", en referencia a sus cuatro motores, 640 km/h de velocidad de crucero, 6.400 km de autonomía y 12.000 metros de altitud.

Se construyó para cumplir el requisito de un avión de reconocimiento de largo alcance para las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos. El Rainbow tiene un diseño de muy baja resistencia y se presta gran atención a todos los detalles.

El Rainbow incorporaba un turbocompresor radical, en el que los gases de escape se canalizaban a través de un estrecho tubo de escape ovalado que proporcionaba 300 CV adicionales de empuje.

Aunque inmensamente capaz, para cuando el Rainbow voló, la guerra había terminado y los B-29 modificados realizaban con éxito misiones de reconocimiento de largo alcance. Además, el Rainbow no era un avión a reacción, y el motor a reacción estaba a punto de dominar los vuelos de alta velocidad. Sin embargo, con una velocidad máxima probable de más de 740 km/h, fue el avión de pistón cuatrimotor más rápido jamás volado.

El borde de ataque del ala del Concorde reduce su barrido desde el fuselaje hasta la punta del ala. La razón es que un ala delta tradicional (triangular) tiene muy malas cualidades de manejo a baja velocidad. Un ala delta puede rectificar algunos de sus peores defectos con un ángulo variable en la parte delantera del ala.

El F-16XL nació como un esfuerzo para ver si las tecnologías del transporte supersónico como el Concorde, como el delta acodado, podían beneficiar a los aviones militares. El primero de los dos F-16XL voló en 1982 y los resultados fueron espectaculares: se produjo una mejora del 25% en la relación sustentación-arrastre máxima en vuelo supersónico y del 11% en vuelo subsónico.

Comparado con un F-16 normal, el pilotaje era más suave a altas velocidades y -algo sorprendente- a bajas altitudes. El F-16 básico ya era el caza de mayor alcance de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, pero ahora la carga de combustible podía incrementarse en un considerable 82%. El F-16XL podía transportar el doble de armas que el F-16 y llegar un 40% más lejos.

Las Fuerzas Aéreas de EE.UU. querían un cazabombardero capaz de realizar misiones a gran profundidad en territorio enemigo sin apoyo de cazas o interferencias. Se ofreció un diseño basado en el F-16XL, que finalmente perdió frente al F-15E. Tras varias investigaciones para la NASA en apoyo de la investigación del transporte supersónico, incluidas las características del estampido sónico y el ruido del motor, los XL dejaron de volar en 1999.

El P-51 Mustang, ganador de la guerra, es el más emblemático de todos los aviones de combate estadounidenses. Al igual que el Spitfire británico, combinaba una gran belleza con unas prestaciones excepcionales. Más esbelto y elegante que el P-47 Thunderbolt, posiblemente más atractivo que el P-38 y más distintivo que el sencillo P-40, el Mustang llegó a simbolizar el poderío aéreo estadounidense como ningún otro caza de guerra.

Cuando preguntamos al diseñador de supercoches Peter Stevens por qué los objetos aerodinámicos suelen tener tan buen aspecto, nos dijo que cuando miramos algo casi nos imaginamos que pasamos las manos por encima, y que una forma elegante se siente bien al tacto. Quizá una prueba de esta teoría sea la belleza del P-51 Mustang, un avión diseñado para ser lo más liso posible a fin de minimizar la resistencia aerodinámica, lo que, por supuesto, aumentaba tanto su velocidad como su autonomía.

Al atractivo visual de los P-51 se añadía su acabado, a menudo sin pintar, que dejaba ver su gloriosa piel de aluminio pulido. La capota de burbuja de muchos modelos Mustang no sólo mejoraba la visión del piloto, sino que añadía un aspecto más moderno al avión.

El P-51 Mustang norteamericano era mucho más que un avión bonito; su capacidad para volar grandes distancias le permitía escoltar a los bombarderos estadounidenses hasta el interior de Alemania y luchar contra los aviones defensores, aumentando enormemente la tasa de supervivencia de los bombarderos y contribuyendo en gran medida a reducir la Luftwaffe. El papel del P-51 Mustang en la victoria aliada fue extremadamente importante. Se fabricaron más de 15.000 Mustangs.

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